A menudo los traumatólogos recibimos a pacientes que sufren estos chasquidos articulares. Es decir, que le crujen los huesos. Pero, ¿a qué se debe? ¿Es algo normal o debemos activar la señal de alerta?
Chasquidos articulares: qué son
Antes de nada, debes saber que los crujidos articulares son comunes entre gran parte de las personas. Sobre todo, en las manos, en el cuello e incluso en las rodillas. Al fin y al cabo, es algo natural, que surge de repente y que no presenta ningún tipo de dolor (a excepción de alguno muy concreto).
Pero, ¿por qué ocurren? Es un sonido derivado de la cavitación. Este es un proceso metabólico en el que las células de las articulaciones liberan un gas que forma burbujas, las cuales explotan al forzar la articulación. Es por eso que no podemos crujirnos los dedos de las manos todo el rato, sino que hay que esperar hasta poder hacerlo de nuevo.
Por tanto, estamos ante un proceso normal. No debemos preocuparnos siempre y cuando no tengamos dolor. En el caso de tener dolor, la cosa cambia.
De hecho, es especialmente frecuente por las mañanas, al levantarnos. Lo habitual es que una persona tenga algún chasquido pendiente al levantarse por la mañana, tras una plácida jornada de descanso. Y es que, al llevar mucho sin moverse, se acumula gas y nos aliviamos al chascar.
Pero, como te decimos, aunque en buena parte de los casos es totalmente normal y ocurre en el día a día de las personas, hay chasquidos que se salen de la normalidad y tienen dolor. En ese caso, sí hay que ir al traumatólogo, porque está claro que ocurre algo.
Si hay dolor, puede deberse a cuerpos libres articulares. Una especie de fragmentos de cartílago que quedan en la articulación y causan dolor al chascar. Pero también a alguna enfermedad articular, a una lesión de menisco o simplemente en pacientes hiperlaxos.
En el caso de que no produzca dolor, entra dentro de la normalidad y no es necesario hacer nada más. Si ocurre, recomendamos hacer pruebas. Es importante que el traumatólogo te lo vea y valore para ver el origen de ese dolor.
Ahora bien, ¿los chasquidos articulares son buenos o malos? No se ha demostrado nada acerca de que sean benignos o no. Su recurrencia, si no implica dolor, no debería ser motivo de preocupación.
