En Traumavance siempre tratamos de informarte de todas las posibles lesiones, sus causas y su tratamiento, para que sepas cómo proceder en cada caso. Hoy nos centraremos en el choque femoroacetabular. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta patología.
Qué es el Choque femoroacetabular
Antes de nada, debes saber que el choque femoroacetabular se trata de una patología de la articulación de la cadera.
Curiosamente, su origen es desconocido, pero puede afectar al acetábulo y al fémur. El acetábulo es la porción articular cóncava que se ubica en la superficie de la pelvis, mediante la cual se articula la cabeza del fémur creando la articulación de la cadera.
Es habitual sobre todo en los jóvenes deportistas y se manifiesta en forma de dolor al hacer determinadas actividades, concretamente por la falta de esfericidad de la que dispone la cabeza del fémur.
Causas
¿A qué puede deberse? Entre sus causas, el choque femoroacetabular se puede producir por la presencia de un abultamiento en el cuello del fémur (CAM) o en el acetábulo (PINCER).
El choque femoroacetabular de tipo CAM es más frecuente en los pacientes jóvenes, deportistas y de sexo masculino. Lo que ocurre, es que el abultamiento choca con el reborde acetabular y causa una lesión en el cartílago adyacente al acetábulo.
Otro tipo frecuente ocurre en el borde anterolateral del acetábulo, que choca con el cuello del fémur al flexionar o girar la cadera. En este caso, afecta principalmente a mujeres atléticas de mediana edad. Se desconoce por qué los huesos afectados crecen de manera imperfecta, pero sucede.
En cualquiera de los casos, los traumatismos de cadera y los deportes pueden ocasionar fricciones del fémur contra la pelvis, sobre todo al hacer determinadas posiciones estando agachado de manera forzada y mantenidas en el tiempo. Por ejemplo, es habitual de los jugadores de hockey o los pilotos de motociclismo.
¿Qué síntomas puede manifestar el choque femoroacetabular?
Por lo general, las sospechas sobre un posible choque femoroacetabular se manifiestan cuando hay una especie de dolor inguinal y también con menos frecuencia en la zona de la cadera, en los glúteos o en la cresta ilíaca.
Nos acercamos más a este diagnóstico si el dolor surge después de hacer deporte, cuando se está un rato sentado o bien al levantarse después de estar un rato sentado.
Otro síntoma, es el que surge cuando la persona nota que pierde poco a poco la movilidad de la cadera, algo que puede notar pero no sufrir dolor. También se pueden tener molestias al caminar.
En todos estos casos, son síntomas que nos acercan a la patología de choque femoroacetabular. Por eso es importante no dejarlo pasar, dado que cuanto antes se mire y se evalúe el posible problema, mejores serán los pasos a seguir.
Siempre es mejor ponerse en manos de un experto en cuanto se tiene alguna sospecha de que se pueda tener algo, porque así se evita que un pequeño problema pueda ir a más.
Tratamiento
¿Cómo se trata el choque femoroacetabular? Para poder tratarlo, primero hay que diagnosticar el problema. Un problema que afecta al 15% de la población e incluso se afirma que causa el 70% de las artrosis en menores de 50 años.
Para diagnosticar, se puede hacer una radiografía y resonancia magnética. Lo primero nos permite ver posibles imperfecciones en el hueso, mientras que la resonancia nos permite ver las lesiones.
Tras diagnosticar este problema, se puede proponer el uso de medicación antiinflamatoria y seguir un protocolo de fisioterapia para aliviar el dolor y corregir los movimientos que lo causan.
Claro que, también se pueden llevar a cabo infiltraciones intra-articulares con el objetivo de eliminar el dolor temporalmente o por mucho tiempo.
¿Te ha quedado alguna duda sobre el choque femoroacetabular? En Traumavance te ayudamos
Esperamos que esta guía haya resuelto tus dudas sobre la patología de choque femoroacetabular. Como ves, está a la orden del día y afecta a un porcentaje amplio de la población, más aún a las personas jóvenes y que hacen deporte. Por eso es importante que lo tengas en consideración si tienes alguno de estos síntomas.
Recuerda que en Traumavance estaremos encantados de recibirte y de tratar tu problema para que te sientas mejor y recuperes tu libertad. ¿Hablamos?
