Hay muchos tipos de lesiones de rodilla, como un esguince o un desgarre. En este caso, trataremos la condromalacia rotuliana. Te contamos en este artículo qué es esta lesión de rodilla y cómo solucionarla. ¿Estás preparado?
¿Qué es la condromalacia rotuliana?
Llamada también solo condromalacia, la condromalacia rotuliana es el desgaste de la articulación de la rodilla y el reblandecimiento del cartílago. Te das cuenta de que sufres esta lesión porque duele tanto en la rodilla como en los alrededores al hacer cualquier tipo de movimiento.
Para hacernos una idea más clara de lo que es esta lesión, vamos a centrarnos primero en la articulación de la rodilla. Está formada por la tibia, la rótula y el fémur. La rótula, que es un hueso “colgante”, es el punto donde se encuentran los vientres musculares del cuádriceps.
Abajo de la rótula se encuentra el tendón rotuliano. Este es el que la une con la tibia. Cuando se tensa de forma excesiva y bruscamente tanto el tendón como la rótula (y los vientres de los músculos), aparece el desgaste del conjunto. Esto significa que habrá una mala alineación de la rodilla y sufrirá una presión.
Desgaste de la rodilla
Entrando en materia, debes conocer el concepto de cartílago articular o cartílago hialino antes de entender cómo funciona el desgaste de la rodilla.
El cartílago articular o hialino es el tejido formado por células llamadas condrocitos que recubren de una capa para que puedan rozarse los huesos. Es de vital importancia para aquellas articulaciones que tengan amplio movimiento.
El desgaste de este cartílago se conoce como condromalacia. Cuando hace referencia a la rodilla también se le conoce como hiperpresión rotuliana externa.
¿Cómo aparece esta lesión de rodilla?
La rótula puede verse afectada por realizar movimientos de forma excesiva y brusca. También se puede dar por levantar peso excesivo y llevarlo todo a esta articulación o por varias molestias anteriores que no se han llevado a consulta.
Te contamos las consecuencias por las que puedes sufrir la condromalacia rotuliana:
- Movimientos bruscos. Un mal movimiento puede hacer que se te rompa hasta un hueso. Hay que tener cuidado con cómo haces las cosas y calentar si es un ejercicio físico excesivo.
- Molestas anteriores. Si nos duele una parte del cuerpo y no vamos al traumatólogo o al fisioterapia, puede ser que te lleve a un problema mayor.
- Vejez. El envejecimiento del cuerpo también degenera nuestros huesos. Para no notar tanto el cambio, debemos cuidarnos bien y realizar actividad física.
- La actividad física. No solo es importante cuando creamos que estamos envejeciendo, sino también es importante siendo jóvenes. Las lesiones de los huesos no se producen por vejez, sino por inactividad y sedentarismo.
También existen tres motivos que nada tienen que ver con la falta de ejercicio o la vejez. Sino más bien es alguna enfermedad que puede venir a consecuencia de los puntos anteriores:
- Alteración del riñón y de la vesícula biliar. Esto puede dañar a la rodilla izquierda. Surge en personas que el estrés o la ansiedad les provoca mucho malestar.
- Exceso o falta de actividad física. Esto puede producir una descompensación muscular haciendo que la rodilla se mueva de manera descentralizada.
- Disfunción visceral. Puede dañar a la rodilla derecha. Puede ser provocado por la mala alimentación o el estrés.
Sin embargo, también existe un factor genético por el que se puede estropear la rodilla y desgastarse el cartílago:
- Problemas ortopédicos que son hereditarios. Pueden ser desplazamientos hacia fuera de la rodilla.
- Repliegues de tejidos fibrosos. Pueden desplazar la rótula cuando se está moviendo.
Síntomas de la condromalacia rotuliana
Aunque los síntomas parecen evidentes, hay algunos que los puedes confundir con un esguince o con otra cosa. Estos son:
- Dolor en la rodilla. El dolor puede ser intenso y no ser tan grave la lesión o al contrario. Es decir, que no va proporcionado.
- Dolor alrededor de la rótula. Cuando realizamos movimientos o flexionamos la pierna es cuando más lo podemos notar.
- Rodilla inflamada. Una inflamación se puede confundir con otro tipo de lesiones. Debes tener en cuenta cuáles son tus otros síntomas y acudir a un profesional.
- Sensación de arena en la rodilla.
Dependiendo de cuánto sea el dolor, la condromalacia rotuliana tiene hasta 4 grados distintos:
- Grado 1: es un dolor casi inexistente. Lo notas al realizar algún ejercicio en específico. Significa que se ha reblandecido el cartílago al ir perdiendo sus propiedades mecánicas.
- Grado 2: un poco más que el de grado 1. Hay una fibrilación del cartílago.
- Grado 3: dolor ya más intenso. La superficie del cartílago articular está rota. Ya tu rodilla empieza a no aguantar el peso.
- Grado 4: el dolor es mucho más fuerte. Se pierde por completo el cartílago y se inflama la rodilla. Los huesos chocan entre sí y causan ese dolor.
¿Cómo se soluciona?
La solución va a depender de en qué grado se encuentre tu rodilla. Si está en el grado 1 y 2, no es tan grave como para acudir a un traumatólogo y pedir un tratamiento quirúrgico.
Puedes ir, que te digan cómo va el estado de tu lesión y tomar suplementos alimenticios que te ayudan a regenerar el tejido de los huesos o también ponerte una rodillera. Con la rodillera debes considerar sus aspectos malos como que puede tapar síntomas de otras lesiones. Por eso, es mejor que te la recete el traumatólogo.
Otra solución antes de una operación es ir al fisioterapeuta. Sin embargo, como ya te he dicho antes, dependerá del grado de lesión que tengas y cuánto de avanzada esté la lesión.
Si la única solución es una operación, también tienes que tener en cuenta algunas cosas:
- Se dividirá en fases el proceso. Pre-operatorio, operación y post-operatorio.
- En el post-operatorio, el paciente debe ir poco a poco haciendo actividades físicas que vayan fortaleciendo la rodilla.
- Tener mucho cuidado. Sigue siendo frágil.
- Fortalecer los cuádriceps para darle más apoyo a la rodilla.
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