Las lesiones caracterizadas por el dolor en las caras del codo están asociadas a distintos diagnósticos. En este caso encontramos dos dolencias muy comunes que son la epicondilitis y la epitrocleitis, denominadas codo de tenista y codo de golfista, respectivamente.
En muchas ocasiones el desconocimiento puede llevar a confusión y con ello a un tratamiento inadecuado. Por ello, en Traumavance te explicamos qué son y las diferencias entre ambas lesiones.
Descubre qué es la epicondilitis y la epitrocleitis
Ambas patologías generan dolencias y molestias en el codo, ya sea en la cara interna o externa, pero ¿cuáles son sus diferencias?
Epicondilitis o codo de tenista
Su nombre deriva precisamente del dolor que genera la incorrección en la posición o tamaño de la empuñadura de una raqueta.
Hay que entender que, de normal, se asocia a una mala postura de la muñeca, ya sea por un gesto técnico deportivo mal ejecutado o por la posición en la noche o por el uso del ratón del ordenador. Aunque también puede darse por un traumatismo indirecto sobre el codo con sensación de pinchazo que no se resolvió clínicamente de forma adecuada.
El dolor se caracteriza por focalizarse en la cara externa del codo que aumenta con el movimiento de extensión del codo y la flexión dorsal de la mano.
Epitrocleitis o codo de golfista
También es conocido como síndrome del pronador-flexor o epicondinitis medial. Se trata de una patología que se caracteriza por dolor en la cara interna del codo debido al sobreuso o estrés repetitivo de la inserción muscular en esta zona.
El patrón del dolor es característico. Los pacientes con epitrocleitis refieren dolor o sensibilidad en el lado interno del codo. El dolor aumenta con maniobras deportivas o de la vida como dar la vuelta a los objetos, sacudirse las manos, jugar al tenis o al golf, dar un apretón de manos o apretar los músculos del antebrazo. El dolor suele extenderse hacia el antebrazo y puede limitar la movilidad activa, pero sin que exista una limitación real del movimiento.
La presión directa en la zona, en el pico de hueso, es dolorosa.
¿Cuáles son sus tratamientos?
El tratamiento dependerá del grado del dolor que presente el paciente, y si la condición dolorosa responde o no al tratamiento no quirúrgico. Te contamos cómo se hace en ambos casos.
Tratamiento del codo de tenista
El tratamiento, en general, es conservador mediante fisioterapia para aplicar termoterapia profunda, masajes transversos profundos tipo ciriax, estiramientos de la musculatura extensora de la mano y muñeca. Se puede usar medidas ortésicas como abrazaderas de descarga para epicondilitis, o cabestrillos para colocar la mano y el codo en buena posición nocturna.
También existen técnicas semi-invasivas como la infiltración de corticoides y anestésico local. Aunque el uso de ondas de choque bajo control ecográfico demuestra unos resultados similares a la cirugía.
Aunque, también se puede hacer uso de la artroscopia de codo por el cual todo el proceso de “reparación” se lleva a cabo de forma interna.
Tratamiento del codo de golfista
El tratamiento se basa en aliviar el dolor, reducir la inflamación y lograr el retorno a una actividad normal y al deporte en plenas condiciones. Lo principal, en un inicio, es evitar o modificar las actividades que producen síntomas. Todo puede ir con un tratamiento de fisioterapia parecido al del codo de tenista.
Otra alternativa de tratamiento conservador sólo para casos agudos es la infiltración local de corticoides, lo cual permite aliviar los síntomas al menos en el corto o mediano plazo.
Sin embargo, al igual que la epicondilitis, se puede requerir un procedimiento artroscópico para inspeccionar, diagnosticar y reparar problemas en el interior de una articulación.
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