Las lesiones en los tendones son bastante frecuentes y pueden afectar a personas de todas las edades y niveles de actividad física. Los tendones son esenciales para el movimiento y la estabilidad de las articulaciones, pero también son vulnerables a lesiones por sobrecarga, golpes o desgaste con el tiempo.
Estas lesiones pueden causar dolor y limitar nuestra capacidad para realizar actividades cotidianas o deportivas. Por ello, desde Traumavance, analizaremos, en este artículo, las causas, los tipos y las opciones de tratamiento disponibles para facilitar una recuperación adecuada.
¿Qué son las lesiones tendinosas?
Los tendones son fibras que conectan los músculos con los huesos, permitiendo el movimiento y la transferencia de fuerza. Sin embargo, pueden lesionarse debido a la degeneración por desgaste o a traumatismos agudos. Estas lesiones pueden ser dolorosas y reducir la funcionalidad del área afectada, perjudicando considerablemente la calidad de vida del paciente, lo que puede dificultar actividades tan simples como caminar, correr o levantar objetos.
Causas de las lesiones tendinosas
Las lesiones en los tendones pueden originarse por diferentes razones, entre las que se incluyen:
1. Sobrecarga crónica
La repetición constante de movimientos o la realización de actividades que ejercen un estrés excesivo sobre un tendón pueden llevar a su degeneración y a la aparición de lesiones.
2. Traumatismos agudos
Golpes directos, caídas o lesiones deportivas pueden causar desgarros parciales o completos de los tendones.
3. Envejecimiento
Con el paso del tiempo, la capacidad de los tendones para repararse disminuye, aumentando el riesgo de lesiones.
4. Factores biomecánicos
La alineación incorrecta o los desequilibrios musculares pueden generar tensión desigual en los tendones, incrementado el riesgo de daño. Factores como una mala postura o el uso de un calzado inadecuado puede contribuir significativamente a este tipo de lesiones.
5. Factores genéticos
Algunas personas pueden tener una predisposición genética a sufrir lesiones tendinosas, como la tendinitis crónica.
Síntomas de las lesiones de tendones
Los síntomas de las lesiones tendinosas varían según la gravedad y la localización de la lesión, pero generalmente incluyen:
- Dolor: el dolor puede ser intenso, punzante o sordo, y se siente principalmente en la zona afectada. Generalmente, tiende a intensificarse con el movimiento o al realizar actividades físicas.
- Hinchazón: el tendón dañado puede presentar inflamación, volverse sensible al tacto y mostrar enrojecimiento en la zona afectada.
- Limitación del movimiento: las lesiones en los tendones pueden dificultar la movilidad de la articulación asociada, reduciendo su rango de movimiento y fuerza.
- Crepitación: a veces se puede escuchar o sentir un sonido crujiente al mover la articulación lesionada.
Tipos de lesiones tendinosas
Las lesiones en los tendones pueden variar en gravedad según la zona afectada y la causa que las origina. Por ello, a continuación, os describimos los tres tipos más comunes de lesiones tendinosas:
1. Tendinitis
La tendinitis es la inflamación del tendón, generalmente causada por el esfuerzo repetitivo en la zona afectada. Actividades o deportes que implican movimientos repetidos y rápidos, como el tenis o la gimnasia, son factores comunes que conducen a esta condición.
El área afectada suele estar inflamada, caliente y dolorosa al tacto. El tratamiento consiste en descansar, terapia física y fármacos para reducir la inflamación.
2. Tendinosis
La tendinosis es una degeneración crónica del tendón. Este daño progresivo ocurre debido a una sobrecarga prolongada en el área afectada. Al igual que la tendinitis, la actividad física intensa o el exceso de entrenamiento son causas frecuentes.
Los síntomas incluyen dolor constante, debilidad muscular e inflamación en la zona afectada. El tratamiento puede involucrar fisioterapia, ejercicios específicos, manipulaciones y, en algunos casos, infiltraciones.
3. Roturas de tendón
Las roturas tendinosas se refieren a la ruptura parcial o total del tendón, y pueden ser el resultado de un trauma, un movimiento brusco o el desgaste crónico de la zona. Esta lesión provoca un dolor agudo, hinchazón y limita el movimiento del área afectada. El tratamiento suele requerir cirugía, reposo y un proceso de rehabilitación con fisioterapia.
Tratamientos para las lesiones de tendón
El tratamiento de las lesiones tendinosas depende de su gravedad y localización. Algunas de las alternativas más frecuentes son:
- Reposo y protección: es fundamental descansar el tendón afectado para evitar más daños. En algunos casos, se puede usar una férula, vendaje o dispositivo de inmovilización para proteger la zona y facilitar la cicatrización.
- Aplicación de frío y calor: usar hielo durante las primeras 24 – 48 horas ayuda a reducir la inflamación y el dolor, mientras que aplicar calor posteriormente puede promover la circulación y relajación muscular.
- Medicamentos antiinflamatorios: tanto el ibuprofeno como el naproxeno pueden aliviar el dolor y la inflamación, siempre claro, bajo supervisión médica.
- Fisioterapia: un fisioterapeuta puede crear un plan de rehabilitación con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para los músculos y los tendones afectados. También puede incluir técnicas de terapia manual, como masajes y movilización articular.
- Terapia física avanzada: modalidades como el ultrasonido o la electroterapia pueden ayudar a reducir el dolor y acelerar la curación.
- Infiltraciones de corticosteroides: en algunos casos, se pueden inyectar corticosteroides para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Sin embargo, este tratamiento debe ser controlado por un médico debido a posibles efectos secundarios.
- Cirugía: si la lesión es grave o implica una ruptura completa del tendón, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para repararlo, ya sea mediante suturas o reconstrucción con tejidos donantes.
No obstante, es fundamental recordar que cada lesión tendinosa es diferente, por lo que se debe consultar a un especialista para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adaptado a las necesidades de cada caso. Una atención temprana y adecuada es clave para evitar complicaciones a largo plazo.
Te interesa: ¿Qué hace un traumatólogo? ¿Cuándo debes acudir a uno?
Desde Traumavance, esperamos que este artículo te haya resultado útil. Nosotros nos vamos, pero os esperamos en la próxima entrada del blog. ¡Hasta pronto!