El ligamento cruzado anterior es, junto al posterior, uno de los haces de tejido que cruzan la rodilla e impiden movimientos inadecuados de la rodilla. Ayuda a la estabilización del cuerpo, ya que conecta el fémur (muslo) con la tibia (espinilla). Por tanto, una lesión en el ligamento cruzado anterior es un asunto al que hay que prestar especial atención.

En Traumavance queremos dar algunas claves para entender el correcto cuidado del ligamento cruzado anterior, así como los posibles síntomas de su lesión, y las soluciones quirúrgicas y no quirúrgicas que puede acarrear. También queremos hacer especial hincapié en el método y tiempo de recuperación de esta lesión.

Lo que debes conocer sobre la lesión del ligamento cruzado anterior

Síntomas de las lesiones de ligamento cruzado anterior

Como cualquier lesión que se produzca en el cuerpo, la distensión o rotura del ligamento cruzado anterior genera cierta cantidad de síntomas. Los más comunes son:

• Chasquidos en la rodilla. En la realización de movimientos o práctica deportiva, esto puede ser un síntoma de que el ligamento no está tan bien como debe.

• Hinchazón en la rodilla. Normalmente, esta hinchazón se dará a las pocas horas tras realizar una actividad que requiera el uso intensivo del tren inferior.

• Movimientos más reducidos. Si perdemos amplitud en los movimientos de la rodilla, de forma general puede ser que se trate de un traumatismo en algún ligamento.

• Sensación de pérdida de equilibrio. Los ligamentos de la rodilla garantizan el equilibrio al andar, correr, estar de pie… Si apreciamos una pérdida de esa estabilidad, podría ser indicativo de lesión.

• Dolor intenso localizado en la parte de atrás de la rodilla. El dolor es el síntoma más obvio. Si notamos ese daño en la rodilla estemos haciendo ejercicio o en reposo, es probable que alguno de nuestros ligamentos haya sufrido más de la cuenta y no esté en su estado óptimo.

¿Qué produce la lesión en el ligamento cruzado anterior?

Las causas de la lesión en los ligamentos de la rodilla son muy variadas. Estas suelen centrarse en la práctica de actividades deportivas, ya que la rodilla toma una parte fundamental en la mayoría de deportes y ejercicios.

Estos daños se producen, por lo general, a causa de una mala praxis dentro de la práctica de deporte. Lo más recomendable es entonces conocer los límites del propio cuerpo y las buenas prácticas al hacer deporte.

Por lo general, las causas de la lesión en el ligamento cruzado anterior son:

• Pivotar o girar con el pie bien apoyado en el suelo. Esto fuerza a los ligamentos a estirarse más de la cuenta.

• Caer de forma incorrecta. Las caídas fuerzan a los ligamentos, lo que puede provocar una lesión dependiendo de dónde recaiga la presión.

• Giros o paradas bruscos o en seco. Igual que frenar el coche de golpe es malo para los frenos, para el cuerpo o girar repentinamente es muy poco recomendable para mantener nuestro tren inferior en condiciones óptimas.

• Recibir un golpe directo en la rodilla. Aunque tengamos mucha precaución, siempre existe este riesgo.

En la mayoría de los casos, estas causas solo generan un desgaste en el ligamento, lo que puede suponer una lesión leve. Por eso mismo, lo mejor es acudir al especialista en cuanto notemos que algo no va bien. Ser responsables con nuestro cuerpo también es una medida sanitaria.

¿Cuándo hay que ir al médico por una lesión de ligamentos?

Si apreciamos que alguno de estos síntomas se producen de forma continuada o a lo largo de un período razonable de tiempo, va siendo hora de pedir cita.

Hay que tener en cuenta que la rodilla es una articulación muy compleja, donde varios tejidos confluyen para generar ciertos movimientos y aportar estabilidad a nuestro cuerpo.

Por eso mismo, un análisis preciso y un diagnóstico temprano por parte de un médico especialista en Traumatología son esenciales. Así evitamos que un fallo en un engranaje del mecanismo provoque un efecto dominó, y que vaya a mayores.

¿Cómo se diagnostica la lesión del ligamento cruzado anterior?

Normalmente, la primera visita al médico será una breve entrevista sobre el dolor, el movimiento, etc. El facultativo te realizará varias preguntas y realizará una serie de movimientos para evaluar la movilidad y el dolor generado. También se evaluará el estado de la rodilla “que no duele”.

Porque, recordemos, este ligamento solo influye en cierto rango de ejercicios motrices.

También es posible que se solicite una radiografía o una resonancia magnética. Otro método eficaz para evaluar los daños en el ligamento es una artroscopia de rodilla, la cual realizamos en Traumavance. Mediante este tratamiento se consigue evaluar de primera mano los daños en el tejido.

¿Cómo se trata la lesión del ligamento cruzado anterior?

Si notas que tienes alguno de los síntomas de la lesión de ligamento cruzado anterior o has recibido un golpe muy duro haciendo deporte, te recomendamos que sigas el método RICE, por sus siglas en inglés. Es muy sencillo de llevar a cabo y servirá como primeros auxilios.

1) Descansa la rodilla.

2) Ponle hielo.

3) Usa una banda elástica para dar compresión.

4) Elévala a la altura del pecho.

Y, claro está tienes que moverla lo menos posible. Para hacerlo, lo más recomendable es que sea durante trayectos cortos o que uses unas muletas. Si conduces, deberías dejárselo a otra persona para no forzar más la rodilla. Hasta tu visita al doctor puedes tomar analgésicos, siempre y cuando se haga con mesura y conociendo sus consecuencias.

En cuanto te reciba el médico, podrás recibir dos noticias: que no haga falta cirugía de ligamento cruzado anterior o que sí. En caso de no pasar por quirófano, tendrás que pasar por un período de rehabilitación. Este será de duración variable.

Por otro lado, si necesitas recibir un tratamiento quirúrgico, también pasará un tiempo hasta que puedas retomar tu actividad habitual. Esta cirugía tendrá tres objetivos:

• Devolver la estabilidad a la rodilla.

• Fortalecer la rodilla y el ligamento.

• Reducir la posibilidad de que vuelva a lesionarse el ligamento.

¿Qué tiempo de recuperación tiene la cirugía de ligamento cruzado anterior?

El tiempo de recuperación de este tratamiento quirúrgico depende de muchos factores.

Para empezar, hay que evaluar la gravedad de la lesión. Otro punto a tener en cuenta es tu edad, ya que las cosas tardan más en sanar cuanto más mayores seamos.

También hay que atender a factores como la salud, tanto general como de la rodilla.

En cualquier caso, lo más habitual es que el período de rehabilitación sea como mínimo de 3 meses.

Prevención ante lesiones

En cualquier caso, el mejor tratamiento contra esta y otras lesiones es la prevención y el sentido común.

Unos ejercicios adecuados para fortalecer ciertas zonas del tren inferior pueden servirnos para evitarlas. Cabe destacar los ejercicios de refuerzo en isquiotibiales y los que formentan una postura correcta.

Por otro lado, es recomendable usar el equipamiento adecuado para cada deporte con fin de asegurar más las caídas, pivotes, saltos, etc.